viernes, 26 de marzo de 2010

Los técnicos se manifiestan

Contrario a todo lo que se podía pensar y corroborando lo que habíamos escrito unas fechas antes, los técnicos del Palau de les Arts han manifestado su malestar. Y lo han hecho entregando panfletos a las escaleras del coliseo la tarde del estreno de "La vida breve" y "Cavalleria".
En el panfleto, hacen constar su disconformidad en el trato tercermundista que sufre el personal, pues advierten que no sólo es con el personal técnico sino con todo el personal laboral de la casa. En este escrito, los técnicos reflejan en negro sobre blanco varios de los problemas que soportan ahora los empleados de la casa, pero el más importante a parte del trato, y en el que hacen hincapié, es en la incapacidad de la dirección de organizar la fundación, para que salga de la total improvisación en la que está ahora inmersa.

A día de hoy, se lee en el panfleto, la fundación parece instalada de forma definitiva en la improvisación y se vive al salto de mata, o como dice la propia intendente de la fundación Helga Pittioni...apagando fuegos, cosa que ningún otro teatro hace, pues es algo peligrosísimo a pesar de que hasta el momento, la profesionalidad de todo el cuerpo laboral de la casa, ha sabido solventar con creces y salir airosos y con críticas increíbles entre los críticos del género operístico.


El teatro, utilizado al mínimo de sus posibilidades por la negativa de la intendente de abrirlo para otra cosa que no sea ópera, vive en la incertidumbre de no saber la planificación a dos meses vista, pues la intendente no sabe atar de forma segura el cartel de ninguna de las producciones que Helga tiene en la cabeza para el coliseo valenciano.


El caos instalado en la casa de la ópera de Valencia, provoca que los trabajadores de la fundación, no tengan posibilidad de conciliar su vida personal, ya que no saben el horario que van a tener la semana que viene, debido a la falta de personal en todos los departamentos de la casa y a la locura en la planificación de las producciones.


La falta de planificación, además del caos en los horarios de los trabajadores, la contratación tardía de escenarios, artistas y directores musicales, provoca que el coste de cada producción, se dispare hasta duplicar o triplicar el presupuesto de la misma producción en otros teatros como el teatro Real de Madrid, la Scala de Milán o el liceo de Barcelona, según citan propios trabajadores de la fundación valenciana.

Lo bien cierto es que a pesar de los intentos por parte de los dirigentes de la casa de ocultar la verdad de la fundación, una vez más sale a la luz el malestar de los empleados y verdaderos artífices de las maravillas de la ópera de Valencia.


Esperemos que los dirigentes o la consellería de Cultura o quien tenga posibilidad de hacerlo, pongan orden en la avenida Nº1 de la clotxina. Hasta entonces, seguiremos contando y tomándonos con humor, las aventuras y desventuras del dichoso lugar.

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