Haz lo que yo diga, no lo que yo haga

Dice el refrán: "que tu mano izquierda no vea lo que hace tu mano derecha" y esto se hace muy patente en  el Palau de les Arts, donde la desvergüenza llega a niveles tales, que se escapa de toda capacidad de lógica y/o razocinio.

Su dirección proclama a los cuatro vientos la falta de solvencia económica, la necesidad de apretarse el cinturón, con recortes de personal y de salarios incluidos, y mientras ellos, viven a todo tren con viajes en avión a diestro y siniestro, cambio de coche oficial de forma constante, vida en la suite del hotel o comidas indecentes con facturas de más de 300€, que no se avergüenzan en pasarlas como gastos a la fundación.

La vida esta muy apretada, la gente malvive para llegar a fin de mes, pero en la comunidad Valenciana, parece que al dirigente de la Generalitat le da igual que en el Palau se tire el dinero público en gastos varios como taxis, viajes, comidas y compra de víveres que se pasan como gastos necesarios para la fundación, cuando nos comentan que casi siempre es para suntos propios. No me extraña nada, si estamos hablando del Presidente que mantiene en su poltrona a Fabra en Castellón, varias veces imputado por varios delitos.

Nadie niega que hay gastos necesarios para conseguir el nivel operístico que se consigue en el Palau, pero de ahí a malgastar y despilfarrar de los ciudadanos en contratos firmados a última hora, el pago de escenografías tarde y mucho más caras de lo habitual.

No estaría nada mal si, ya que los dirigentes exigen austeridad, ellos mismos se aplicaran el cuento y dieran ejemplo con una austeridad de gastos y por qué no, disminución de sus sueldo, de seguro desmesurados y más con los tiempos que corren.