jueves, 8 de abril de 2010

El malhumor se apodera del Palau de les Arts

El personal técnico vuelve a moverse y ahora, se personan en las oficinas del barco anfibio para protestar por la falta de tacto de la empresa, esta vez, a la hora de realizar cambios en la nómina de los trabajadores sin previo aviso.

Según fuentes a las que hemos tenido acceso, los trabajadores del Palau se quejaban amargamente por redistribuir los sueldos de los trabajadores en 14 pagas iguales, en lugar de las 12 nóminas más 2 pagas extras de cuantía inferior que se venía haciendo como norma en la caótica fundación, con la consiguiente disminución de las retribuciones mes a mes.

La queja de los trabajadores del Palau, se centraba en la falta de información previa por parte del departamento de personal de la Fundación pública, y haber tocado el dinero sin avisar. Muchos de ellos, lamentan que, a pesar de que la extra será de cuantía superior, con el cambio no podrán hacer frente a hipotecas y demás pagos mensuales que según nos dicen: "todos los trabajadores tienen en su vida diaria, entre otras cosas, por los sueldos 'más que justos' de la gran mayoría de los empleados, salvo los peces gordos".


Además de esto y no contentos con esta incómoda situación, el problema iba más allá pues varios empleados de la fundación del cauce valenciano, no recibieron retribución ninguna. Siendo preguntado el departamento de personal, se excusaban en que el sistema de pago había cometido un error y había tomado cuentas distintas o inexistentes en lugar de las de los trabajadores.

En definitiva y recapitulando, no sólo habían cobrado todos los trabajadores menos, sino que alguno de ellos directamente no habían cobrado, con el más que comprensible mosqueo de los afectados.

Esto, tal y como venimos denunciando un día tras otro en la Avenue, es otro claro ejemplo del CAOS absoluto que impregna y alcanza todos los rincones del Coliseo valenciano. Tal es el maremagno, que "hasta las máquinas se han contagiado y fallan" nos cuentan entre risas.

El mosqueo tomó tal temperatura, que los empleados decidieron paralizar el ensayo de la producción que ahora se prepara en la "opaca fundación" (La Traviata), para ir a pedir explicaciones a los responsables de "la nueva cagada", que como nos dicen los entrevistados: "no es la primera, ni será la última mientras la empresa siga inmersa en el caos actual".

Los aires de la fundación suben calientes río arriba y no llegamos a entender cómo, tal y cómo tratan a los trabajadores los dirigentes del lugar, la temperatura no ha subido más allá, que dos protestas internas como ésta última.

No hay comentarios:

Publicar un comentario