Seguimos con problemas en el Palau de les Arts. No se han conformado con despedir a una buena cantidad de empleados (algunas informaciones hablan de cerca de 25), sino que además, a los que se quedan, les están haciendo la vida imposible con contratos completamente irregulares.
Desde luego “la fundación cuenta con la ventaja de saber que los empleados no van a denunciar” nos dicen desde dentro, cosa que desde nuestro punto de vista, tendría que ser el punto de arranque para que las reclamaciones y súplicas de los empleados fueran atendidas. Y en base a esa firme creencia, los dirigentes del Palau se dedican a hacer y deshacer a su antojo.
“Tenemos todos muy claro que esta gente, sólo se amedrentan ante las amenazas y ante los pulsos” que se le puedan hacer. Así, con esos métodos, “la orquesta se benefició en el convenio, consiguiendo absolutamente todo lo que querían”. Y entonces, nosotros nos preguntamos...por qué no se mueven? Siempre leemos noticias de movilizaciones de los trabajadores del Palau donde siempre amenazan con la huelga, pero que ninguna llevan a cabo? Por qué siempre se quedan a medias?
Cualquiera que haya trabajado en un teatro, tiene meridianamente claro que la una vía para que la cúpula de un teatro los escuche es la de la huelga. Así han forjado sus convenios El teatro Real, El liceo de Barcelona, el teatro calderón de Valladolid y un largo etcétera que podríamos enumerar.
Desde esta redacción en la Avenida de la Clotxina, hemos tomado el pulso a empleados de la empresa y todos coinciden en que es hora de llevar adelante medidas de presión más agresivas para poder conseguir reclamaciones tan básicas como que no se cometan irregularidades con los contratos de los compañeros.
A pesar de todas estas amargas quejas que se escuchan asegurando que “estan cansados de tanta tontería” y que además “juegan con el pan de sus hijos”, nadie se ha atrevido a empezar una acción realmente importante y con repercusión mediática suficiente, que vaya más allá de un cuarto de página en los periódicos de fin de semana.
Además, un empleado del Palau, asegura que el convenio colectivo que se firmó hace apenas medio año, está siendo vulnerado al antojo de las cabezas pensantes que “no han tenido bastante con un convenio a medida” como consecuencia de un “comité completamente entregado a la causa” y se pasan los días pensando en cómo amoldar a sus necesidades, los pocos flecos que tenían a favor los empleados del Palau.
Dónde están los Recursos Humanos de ese lugar? No se supone que es un departamento que defiende los intereses de ambos? En que momento se ha perdido esa idea? Y algo mucho más duro, donde están los principios de aquellos empleados que se venden a la empresa por cuatro míseros euros??
Y algo que ya no nos cabe en la cabeza, si realmente están tan mal como nos dicen, qué están tardando en pedirlo de forma firme y sin asustarse ante las posibles consecuencias o reprimendas?
Parece ser, nos aseguran entre risas, que “tras el veranito, a más de uno la horchata ingerida sigue corriendo por las venas y no les deja pensar ni ver con claridad y valentía, no hay otra explicación para tanta apatía entre la gente” y hay que pensar que “o vamos todos a una o estamos perdidos!!”
Alguien tendría que darle un empujón a las ideas de los trabajadores y hacerles ver que no hay que tener miedo por pedir lo que a uno le corresponde y si por pedirlo te ponen de patitas en la calle...podrán ir con la cara bien alta. Si eso sucediera, no sería ni el primero ni el último que solicita a su empresa lo que cree justo y nos hemos encontrado con un finiquito en la mano, pero que queréis que os diga?? Duermo tranquilo por las noches!!!
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