Este fin de semana se puede decidir el campeonato del mundo de Fórmula 1, si Fernando Alonso gana y Webber queda quinto o peor. En dicha competición, los equipos ponen máquinas casi perfectas y con casi ningún margen de mejora con respecto a los límites de la competición.
Pero un componente esencial, el más importante casi con toda seguridad, es el piloto. De cada uno de ellos, depende que el coche que tiene entre manos vaya bien o muy bien, que quede quinto o primero y a los que sacan mayor rendimiento (como es el caso de Fernando Alonso), les pagan más que al resto.
Eso es así en la fórmula 1, en moto GP, en Iberdrola y en la asesoría laboral de debajo de mi casa. Sin embargo, también en esto, la fundación más ruinosa de la historia de la civilización es la excepción que confirma la regla.
Hace unos días, la intendente del coliseo aseguro al diario el País que “el Palau es un Ferrari, pero con presupuesto de seiscientos”. Pero lo que no dice es que ese “escuálido presupuesto” del que ella habla se despilfarra. entre otras cosa, para pagar a “los cabecillas mal pensantes” un sueldo de auténtico fórmula 1, pero al contrario de lo que se espera por ese desembolso, dando rendimientos de conductor de motocarro o, parafraseando a nuestra intendente favorita, de “seiscientos”.
Entre jefecillos, jefes y jefazos, el Palau malgasta casi 800.000€ en sólo 9 personas. Si cogéis una calculadora, sale a una media de 88.888,88 € por persona al año, lo que suponen más de 6.000 € brutos al mes.
Hace ya un tiempo, salió publicado que el presidente de la generalitat ganaría 67.615 € de la caja A (pero ese es otro asunto) después de un recorte por la crisis; sin embargo, en el Palau hay 9 personas que tienen una media mucho mayor al sueldo del presidente y con una responsabilidad mucho menor.
Lo más crudo de la situación es que si añadimos subjefecillos, la cifra asciende a más del millón de euros y con sólo 11 personas más. Es decir que en 20 personas, la “mamma” del Palau y sus secuaces, nos aseguran que malgasta casi 2 millones de euros, o lo que es lo mismo, 332.772.000 de las antiguas pesetas, obviando los acuerdos para sacar de la Caja B, que en Palau también existe como en otras tantas fundaciones de la Comunidad Valenciana. Y esto, mientras las familias hacen quiebros y recortes inverosímiles para intentar sobrevivir aunque sea un mes más, antes de tener que volver a casa de sus padres.
Los altos cargos de la fundación, ante los recortes salariales que decretó la Generalitat y que el propio Presidente se impuso a si mismo, respondieron con la nonegatica a dicha reducción. Esto, queridos lectores, bien vale el desvelar poco a poco los sueldos de este atajo de caraduras. Así pues, del último al primero, iremos descifrando poco a poco la parrilla de sinvergüenzas que corren para el Bólido de la ópera valenciana, para que mientras lo leamos no nos siente mal la comida.
Salud!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario