viernes, 17 de diciembre de 2010

Cuando las protestas son el pan de cada día

Cual fue mi sorpresa, cuando al acabar una de las últimas funciones en el “Palau dels Farts”, la Orquesta desapareció del foso sin esperar, como habitualmente hacen, a los aplausos del público. Nosotros, como no podía ser de otra forma, nos pusimos a investigar lo sucedido.

Ya no es novedad que la Orquesta haga un gesto en protesta por uno u otro motivo. Al parecer, el malhumor reinante en la OCV viene motivado por la falta de firma del “Reglamento Interno” como promesa para conseguir que el comité firmara el Convenio vigente. Según nos comentan, “en la firma del Convenio Colectivo, se excluyó a la Orquesta pues no estaban todos los flecos cerrados, con la firme promesa por parte de Helga Schmidt de que se cerraría inmediatamente después” con llegar a un acuerdo de los pocos puntos que faltaban.

Pues bien, “cerca de 10 meses después continúa sin ser firmado”, y es que tampoco es novedad ya que la empresa no cumpla con su parte del trato. Según nos informan, “no sólo no se ha cerrado el reglamento sino que nos quieren quitar o cambiar lo pactado hasta ahora y como siempre de malos modos y amenazas”. En este lugar, “no se cansan de contradecirse, de no cumplir las promesas y de poner diegos donde habían digos cada dos por tres y sin venir a cuento” se lamenta, “se ve que nos toman por ignorantes y creen que nos van a engañar con su vieja escusa de la comisión ejecutiva o la falta de dinero” sentencia.



Según nos dice este trabajador, “además hay un rumor por el aire que nos advierte de que el antiguo secretario de Orquesta (el encargado de organizarla y tenerla a punto para el Director Lorin Maazel), el cual fue denunciado por sus malas artes, puede volver a estar en nuestro entorno” y es según nos comenta “otro de los motivos por los que se protesta”. Según rumores (cotidianos en la casa), “el antiguo secretario de orquesta pasaría a ser Director de producción”. Son trabajos muy distintos, para el que no se cree que esté preparado Felipe Caicedo, pero nuestro interlocutor lo justifica diciendo “es normal cuando lo tiraron del puesto de Secretario por la denuncia de la Orquesta, pero en lugar de despedirlo y ahorrarse su sueldo que no es poco, le crearon un puesto a su medida que consiste en…en…si te digo la verdad, no se que hace salvo cobrar y pasarse toda la mañana en la cantina” (risas) “y claro…ese puesto es insostenible en el tiempo y le tienen que dar una ocupación”.

Nos confiesa que particularmente, “me parece indignante que una persona que amenazó a miembros de la orquesta (que es un delito) siga en el Palau y me parece aun más indignante que le creen otro puesto a su medida, que no nos lo hayan anunciado a los trabajadores (cosa que ya da pistas sobre la absurdez del puesto, pues puede que no sepan ni como llamarlo) y que ni siquiera le hayan reducido el sueldo tras pasar a no hacer nada!!”. Nos confiesa para concluir que “en el caso de Felipe Caicedo hay para hacer un libro sólo recolectando SMS con amenazas” y lo dejaremos ahí.

En resumidas cuentas, tenemos otro lío en la casa más loca de la ópera y como siempre, gracias a las malas prácticas empresariales de los máximos responsables, que no saben muy bien a que están jugando y en que consiste eso de dirigir una empresa. Al parecer, les importa muy poco que el dinero de los sueldos como el del antiguo secretario de Orquesta, salga de los bolsillos de los contribuyente, los cuales no pasan por una situación muy boyantes precisamente.

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