Si el domingo hablábamos que parecía más que probable, ahora podemos afirmar que ya hay varios trabajadores que han sido despedidos de la cáscara operística. Según información que nos proporcionan, la idea del coliseo es despedir a cerca de 30 trabajadores.
Con todos los trabajadores de vacaciones, la empresa ha aprovechado para empezar la escabechina sin previo aviso. Cosa que se contradice con la noticia que salía hoy en las provincias y donde la consellera de cultura aseguraba que “no se ha hablado de despidos en ningún momento”.
Lo que sospechamos es que hablarían de los despidos cuando Trini miró se fue al servicio, pues queda patente y evidente que si que hay despidos, que van a seguir habiendo durante todo el verano y que la consellera miente soberanamente.
Al mismo tiempo, otras fuentes nos informa que el recorte sólo va a afectar a los trabajadores ‘de a pie’ y en ningún caso se va a reducir los emolumentos de los puestos de gran relevancia y donde el dinero realmente se escapa dado el “desastroso trabajo de los de arriba”.
Se entiende y no nosotros no somos una excepción, que a mayor responsabilidad y toma de decisión, el sueldo tiene que seguirle en aumento, hasta aquí todos de acuerdo. El problema viene porque en el Palau “el que más gana curra menos y menos tiempo pasa en el Palau”, llegando a afirmar que “el administrador dedica su tiempo de trabajo a ir con su amante arriba y abajo, a comer con este o aquel proveedor y a otras artes aun menos lícitas”. Y de igual modo, nos aseguran que la intendente “está en el Palau 3 días al mes” y se los pasa “enturbiando el ambiente en lugar de buscar soluciones”.
No entendemos por qué nadie mete en cintura a estos dos, aunque a buen seguro que no serán los únicos. Es una auténtica vergüenza que sigan en su puesto como si tal cosa, tras la calamitosa gestión que están llevando desde que los dos forman el tándem de apoderados y conservando todos los privilegios y excentricidades a pesar de la dura situación económica que atraviesa el coliseo operístico.
Mientras que en valencia se espera con desesperación el control por parte de la generalitat del Palau, la consellera encargada de la fundación, se dedica a mentir a la prensa con falsas promesas de no despedir, cuando sabemos de fuentes fidedignas que no es así.
Que control podemos esperar por parte de la generalitat si ellos también mienten como bellacos a la ciudadanía? La verdad es que no se a que esperan en la generalitat y a que juegan en el Palau, pero me recuerda a una canción de Rosendo que se llama: Veo, veo mamoneo.
Saludos,
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